miércoles, 10 de junio de 2009

En mi soledad


En mi aislamiento descubrí que tu recuerdo es la única ilusión de vida que me queda, pero también me mata de a poco… por tu ausencia.
En mi vació declaré que tu llenabas un gran espacio, me siento tan pequeño para este mundo tan enorme… Y ni hablar lo formidable que se ve sin ti.
Cuando el silencio se torna insoportable o el olvido me irrumpe por completo, en esos momentos de horrible sufrimiento, en esos instantes miro tus fotos y tal vez memorizo las cartas que me escribes. Y tu fragancia, esa hermosa… ¿recuerdas, el que dejaste en el lienzo que me cediste?
En mi retiro me olvido que los individuos que me rodean existen, eso lo hago por que no esta quien más quiero yo, quien me ofrece felicidad, prosperidad, amor, cariño, ternura, belleza, inspiración. ¿Quien termina con este padecimiento? Solo tu mi majestad, tu y nadie mas.
Cuando la noche cae o el día empieza, por que mentir… durante todo el día… Durante todo el día te necesito.
Que Dios ve mi llanto pero mi cuerpo lo sufre, mi alma lo absorbe y ni decir de mí ser. Esta tan desgastado que se extravió en el éxtasis de la tristeza, en el vació que te ausentas.
Te quiero, te odio, la verdad que me siento confuso. Pero siempre termino descubriendo que en verdad te amo y que en mi encierro solo me queda recordarte.
Te amo y no lo cambiare, sabré esperar con calma y paciencia aunque todos los días tenga que estar en mi soledad.

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